Mighty Earth también lo intentó con Cargill. En enero de este año, la organización presentó el proyecto de informe al Grupo. Unos días antes de la publicación, el director ejecutivo de Cargill, David MacLennan, solicitó personalmente tiempo para considerar las recomendaciones del informe e implementarlas si fuera necesario. "Es inusual que el jefe de una empresa haga una declaración personal. Le creímos y retuvimos la publicación", dijo a SPIEGEL el CEO de Mighty Earth, Glenn Hurowitz. Y agrega: "Cargill no ha contradicho los hechos en nuestro informe".
Según Hurowitz, siguió un retraso de una semana: "MacLennan ha prometido detener la deforestación y la compra de cacao de las plantaciones en los parques nacionales". Pero no pasó nada, durante cinco meses. “Aparentemente la empresa no sigue a su jefe”, dice Hurowitz con una mezcla de frustración y asombro.
Bolsonaro y Cargill: "Peligro para los ecosistemas más importantes del mundo"
El informe expresa especial preocupación por las operaciones de Cargill en Brasil. La elección de Jair Bolsonaro como presidente, quien ha prometido abrir áreas previamente protegidas, convierte a Cargill en un "peligro para algunos de los ecosistemas más importantes del mundo". Aunque Brasil volvió a frenar la deforestación de la selva amazónica, bajo Bolsonaro la deforestación volvió a aumentar, al nivel más alto en una década. El investigador brasileño Paulo Artaxo, miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), está preocupado: “Podríamos vivir una catástrofe ambiental sin precedentes en los próximos cuatro años”.
Cargill podría marcar una diferencia decisiva allí, dice Hurowitz: "En América del Sur es la empresa más importante de la industria, por lo que podría lograr mucho por sí sola si no tala la selva tropical". Sin embargo, hay pocas esperanzas de que Cargill cambie. Durante la investigación, Mighty Earth conoció una empresa que "no solo causa daños en todas partes, sino que también evita que otras empresas mejoren", dice Hurowitz.
Los clientes empresariales necesitan ejercer presión
Los consumidores casi no pueden hacer nada directamente contra la empresa, evitar los productos Cargill es difícil, el nombre no está en el empaque. Por lo tanto, Mighty Earth hace un llamado a los clientes comerciales de Cargill en particular para impulsar políticas corporativas sostenibles que protejan el medio ambiente y los derechos humanos. Cuando sus principales clientes, incluidos McDonald's, Burger King, Aldi, Edeka, Danone, Walmart, Nestlé, Unilever, Kellogg's y los grupos de supermercados Tesco, Carrefour y Ahold Delhaize, se toman en serio la sostenibilidad, dice Mighty Earth, entonces se convierten en su límite de conexión para la agroindustria.
Sin embargo, el jefe de Mighty Earth, Glenn Hurowitz, también admite que será difícil eludir por completo al líder del mercado mundial en tantas áreas. "Podrían comprar sus materias primas a Louis Dreyfus, por ejemplo", uno de los mayores competidores de Cargill, que también tenía un historial medioambiental desastroso. Pero la presión ha tenido un efecto en el grupo y en algunos otros.